viernes, 22 de agosto de 2014

No solloces al lado de mi tumba


Hoy una gran luchadora, con la que compartí prácticamente momentos desde niña, se ha ido con la sonrisa que la caracterizaba, esta larga y penosa enfermedad llamada cáncer no pudo borrarla de su boca. Has sido un ejemplo para todas las que están ahora en tu misma lucha y las que lo hemos sufrido a la vez contigo. Conociendo tu optimismo y tu manera de ver la vida, creo que este poema lo podrías haber escrito tú, porque sabemos que no querías ver a los tuyos sufrir y no te gustaría que lloraran en tu tumba. D.E.P

No te pares al lado de mi tumba y solloces.
No estoy ahí, no duermo.

Soy un millar de vientos que soplan y sostienen las alas de los pájaros.
Soy el destello del diamante sobre la nieve.
Soy el reflejo de la luz sobre el grano maduro
soy la semilla y la lluvia benévola de otoño.

Cuando despiertas en la quietud de la mañana,
soy la mariposa que viene a tu ventana.

Soy la suave brisa repentina que juega con tu pelo.
Soy las estrellas que brillan en la noche.
No estoy ahí, no he muerto. 

Poema Cherokee

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