domingo, 25 de julio de 2010

ESTRENO DE MI BLOG CON MI GRAN VOCACIÓN



SER VOLUNTARIA

Un día cuando conocí que tenía cáncer, decidí luchar contra la enfermedad con todas mis fuerzas. Busqué primero ayuda, no tiene sentido la lucha individual contra una enfermedad que padecemos muchas mujeres y hombres, y es por lo que empecé a entender que la lucha contra el cáncer es posible e intenté por todos los medios, unirme a los que como yo están intentando ganar la batalla de la vida.
Primero fue en la asociación contra el cáncer de Chiclana donde empecé a relacionarme con otras personas iguales que yo y con las mismas ganas de vivir que yo siento.
Pensé que no me podía quedar solo en ir a darme los masajes y a reunirme, que tenía que dar un paso más en mi deseos de ayudar y ese paso ha sido el de ir un día en semana a compartir con los pacientes de oncología del Hospital de Puerto Real mis vivencias con la enfermedad.
Para mí supone muchísimo, es mucho lo que me da porque la forma en que los pacientes llevan su enfermedad es una lección muy grande. Todos tenemos algo que ofrecer y mucho que recibir.
Uno de los aspectos más importante para la lucha contra el cáncer es la cualidad humana y profesional de los médicos, enfermeras y demás profesionales del hospital, son ellos los que realmente hacen el milagro para que sobrellevemos esta cruel enfermedad con garantías de éxito. El trabajo de una voluntaria como yo consiste en complementar y ayudar a estos especialistas.
En mi caso voy al Hospital los lunes y algunos jueves durante cuatro horas y en este corto periodo de tiempo veo a los pacientes que están recibiendo tratamiento en el Hospital de Día de Oncología y también a los que están hospitalizados. Siempre voy acompañada por la psicooncóloga (coordinadora nuestra y voluntaria también), aunque lo normal es que vayan dos voluntarias que como yo se han formado en el voluntariado de hospitales y no necesariamente tienen que ser afectadas.
Otra de las actividades que realizo es e ayudar a la coordinadora de las voluntarias en la organización de actos, talleres y cursos, en definitivas actividades todas ellas dirigida a los enfermos y a sus familiares para hacer más llevadera la enfermedad y que todos nos relacionemos en otros espacios y a otras horas distintas de las normales de atención médica. Suelen hacerse por las tardes y algunos fines de semanas. Además colaboramos en el hospital en las campañas de prevención que realiza la AECC a nivel nacional (Día internacional del cáncer de mama, día internacional contra el cáncer…), dando información a todas las personas que acuden esos días al hospital y montamos una especie de stand con folletos informativos, detalles relacionados con el cáncer o con la AECC, alguna información audiovisual, etc.
Los voluntarios sustituimos a la familia el rato que necesite para salir un poco y desayunar. También le ofrecemos a los pacientes el desayuno si se encuentran solos en ese momento, revistas, caramelos, o un cuento mensual que elabora la psicooncóloga que además los pacientes ya nos lo piden y lo esperan cada mes porque son relatos que de alguna manera te hacen reflexionar sobre la vida, sobre cómo superar momentos difíciles y hay que tomar una decisión entre dos caminos. Les enriquece bastante para afrontar la vida con optimismo y de otra forma. Creo que es una idea genial elaborada por la psicóloga.
Gran parte de nuestras actividades van dirigidas a los familiares de los pacientes. Para los afectados hay muchos recursos, pero los familiares muchas veces se sienten desorientados y es por eso muy importante el ayudar no sólo a los enfermos sino también a la familia en la parte psicológica función que corresponde a la psicóloga, aunque ellos también acuden a las voluntarias y lo agradecen muchísimo, pero por supuesto no sustituimos para nada la labor de los especialistas, sino les escuchamos y en mi caso como he sido afectada puedo entender perfectamente lo que sienten, se repiten mucho las fases por las que se van pasando, los pensamientos, sentimientos... Ayudamos también a las familias orientándoles sobre el papeleo que conlleva la convalecencia.
Quizás lo más importante es que ellos comprendan que no están solos y que siempre nos van a tener a su lado.
Uno de los aspectos que se trabaja con los familiares es el darles las claves para que sepan como relacionarse con la enfermedad y cómo reaccionar para saber darles respuestas cuando las demanden, para los enfermos supone una vía de escape, y si tienen miedo o ansiedad, se le ayuda a llevarlo para adelante y a mejorar su calidad de vida.
El enfermo oncológico está muy acompañado siempre por la familia, es un enfermo muy querido, pero les hace falta ayuda psicológica. El cáncer es una enfermedad física, psíquica y social. El que diga que se vive como antes, se equivoca rotundamente.
Para ser voluntaria o voluntario hay que tener una sensibilidad especial y una preparación exquisita, que ofrecen las Asociaciones Contra el Cáncer por medio de cursos que inciden especialmente en potenciar en nosotros las habilidades para la comunicación, el saber escuchar, el acompañamiento y el apoyo emocional.
Como decía al principio recién operada me di cuenta de que tenía que estar al lado del enfermo y busqué en otras asociaciones, pero pensé que tenía que ser el enfermo oncológico. Cuando los enfermos me dicen: « usted no sabe lo que es esto », yo les contesto, « ¡cómo no lo voy a saber y míreme cómo estoy! ».
El cáncer te deja secuelas con las que tienes que aprender a convivir porque hay que luchar y nuestro trabajo consiste en que tanto el enfermo y la familia comprendan que no están solos.

1 comentario:

  1. Hola Mª Carmen, muy emocionante, eres fuertes.
    soy juani

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