Dirijo esta carta abierta, sin acuse de recibo, con la duda razonable de que haya una persona siquiera, en el colectivo de lo que hoy forma la mal llamada "fuerzas de seguridad" con un mínimo de humanidad, de dignidad y de respeto a la ciudadanía.
Las terribles imágenes vistas ayer, la saña empleada, como energúmenos, golpeando indiscriminadamente a jóvenes, mujeres y ancianos que protestan con razón contra la política miserable de un gobierno entregado servilmente a los poderes económicos, los numerosos heridos, algunos de gravedad, y detenidos en la jornada del 25S, nos muestran una policía española pertrechada y pagada con el dinero del pueblo, igualmente maltratada por sus superiores y por el gobierno, actuando como esbirros al servicio del poder.

Francisco Quijona, miércoles 26 de Septiembre de 2012
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