viernes, 13 de mayo de 2011

RESPUESTA A LA CARTA DE UNA CIUDADANA PACIFISTA


El fin no justifica los medios.


Una señora canadiense, de un grupo pacifista, escribió a las autoridades de su país quejándose del trato que se da a los terroristas detenidos en Afganistán. El Ministro de Defensa le responde a su carta: 


“Estimada Ciudadana Comprometida: Gracias por su carta en la que expresa la preocupación por el trato que damos a los terroristas talibanes y de Al Qaeda en manos de las Fuerzas Armadas Canadienses. 

En atención a las quejas que recibimos de ciudadanos comprometidos como usted, hemos creado un nuevo Programa de Pacifismo e Integración para los terroristas. 

De acuerdo con ese Programa, hemos decidido seleccionar un terrorista y colocarlo bajo la dependencia de la familia de usted. La confirmamos que el próximo lunes tendrá en su casa a Alí Mohamed Amé Ben Mahmud, al que puede llamar simplemente Amé. 
Espero que puedan tratarlo amablemente tal como exige usted en su carta de protesta. Lo más probable, estimada señora patriota, es que necesite usted contratar a algunos ayudantes para esa misión. 
Cada semana nuestro Departamento le va a hacer una Visita de Inspección a su casa para comprobar que se tienen en cuenta los principios de buen trato que exige usted en su carta. 
Debo advertirle que Amé es un psicópata extremadamente violento; pero confiamos en que, con la sensibilidad que usted manifiesta en su carta, logrará superar ese inconveniente. 
Insistimos en que su huésped resulta extremadamente eficiente en el combate cuerpo a cuerpo y que puede matar con un lápiz o un cortauñas. Además, Amé es experto en fabricar artefactos explosivos con productos caseros; así que tenga bien guardados esos productos a menos que en su opinión esa decisión pueda ofender la sensibilidad de Amé. 
El terrorista no querrá relacionarse con usted o con sus hijas (excepto sexualmente) puesto que él considera a las mujeres como meros objetos. Ese es un aspecto muy sensible, puesto que se le han observado tendencias violentas respecto a las mujeres que no cumplen con el atuendo islamista; así pues, confío en que a usted no le moleste llevar el burka permanentemente; de ese modo contribuirá a respetar la cultura y las creencias que manifiesta en su carta. 
Gracias otra vez por su preocupación. Estamos muy  agradecidos a las personas como usted e informaremos a nuestros conciudadanos de su cooperación. Buena suerte y que Dios le bendiga. 
Atentamente, Gordon O’Connor. Ministro de Defensa”. 

(NOTA: Aunque parezca mentira, esta carta es totalmente cierta y fue publicada en todos los periódicos canadienses. A partir de entonces, no se volvió a escuchar nada más de la señora pacifista).
Como dice el comentario de un anónimo en este artículo: El fin no justifica los medios. Totalmente de acuerdo.



2 comentarios:

  1. Comprendo que pones la carta para generar comentarios como el siguiente:
    La carta canadiense es absolutamente demagógica, porque ante una situación generalizada de torturas y malos tratos se nos antepone un caso particular y probablemente ficticio en un intento de justificar los malos tratos de Afganistán.
    En ningún caso el fín justifica los medios, en ningún caso que existan comportamientos inhumanos nos legitama para ser nosotros también inhumanos.

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  2. Perdona Anónimo que tendría que haber hecho mi propia introducción. Creo que lo has definido muy bien todo el comentario; el fin no justifica los medios. Al final actúan como ellos .
    Gracias por el comentario.

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