Año nuevo vida nueva, eso dice la sabiduría popular, pero mucho me temo, que esta frase va a servir de poco con la oposición que tenemos.
Cada día estoy más convencida que al PP le interesa sobre todas las cosas ensuciar la vida política. Y hacer que los ciudadanos renieguen de la clase política.
Como decía Franco “Estoy aquí porque no entiendo de política, ni soy un político. Este es mi secreto" Pues ese parece ser también el secreto del Partido Popular, el hacer entender que los políticos no son necesarios, que nuestros dirigentes son unos inútiles, que no saben gestionar y que deben ser el blanco de nuestras iras, por lo tanto son seres inútiles a los que podemos insultar, menospreciar e incluso prescindir.
Difundir poco a poco este virus anti político, es la clave que el PP está usando para ganar las elecciones, así desmovilizando a los votantes de izquierda, poder llegar al poder.
Esta estrategia está llegando a extremos cuanto menos curiosos. Oír a Arenas defendiendo a trabajadores y a pensionistas es algo que difícilmente puede entrar en la cabeza de un votante de izquierdas y menos cuando defiende que Rubalcaba es el pasado mientras él representa el futuro.
Para terminar una pequeña reflexión. ¿Si aquellos que gobiernan en medio de una crisis sobrevenida son para el PP unos inútiles? ¿Cómo cataloga el PP a los responsables autonómicos de su partido que se han enriquecido con dinero público y con chanchullos urbanísticos?
Bueno, en vista de que los vuelven a presentar como cabeceras de listas se deduce que el PP los considera buenos políticos y ejemplos a seguir.
La clase política española lleva ya muchos años creando una casta intocable que hace propia la sentencia del yo me lo guiso y yo me lo como. De ser correcto su planteamiento, en ese caso también el partido popular arroja piedras sobre su techo. No obstante, ojalá los vientos que siembra el partido popular, lejos de llevarlos a un poder, permita que el descontento generalizado acabe por romper con la impunidad de TODOS los políticos profesionales. Una nueva revolución que consiga que se vuelva a mirar al ciudadano.
ResponderEliminarEllos acuerdan bajo la mesa y mientras, a nosotros, nos muestran imposturas.